AMIGO DE «MADRE E HIJA»

AMIGO DE «MADRE E HIJA»

Me llamo David les contaré lo que he vivido cuando tenía 18 años, era el mejor amigo de Lucia, solíamos tener charlas sobre lo que sentíamos, siempre terminaba en el mismo tema, ahí la teníamos a Luci llorando, triste, pensando las razones por las que su madre no quería estar con ella. Yo odiaba a Mariana,no aguantaba que no se hiciera cargo de su propia hija, ¿cómo es posible que alguien no se haga cargo de su hijo/a?
Lu llevaba dos meses sin ver a su madre, sin embargo, intentaba al menos, comunicarse por mensajes, pero la madre ni siquiera se tomaba la molestia en responder. Fue por esta misma razón que decidí buscar por mi propia cuenta buscar donde vivía Mariana y visitarla. Fui con la idea de echarle todo en cara y tratar de convencerla de que se vuelva a acercar a su hija, toque timbre, me atendió aquella mujer, quede asombrado, era el calco de mi amiga con quince años más, intenté hablar pero se me hizo imposible sacar el tema de Lucia es que allí pude comprender, no debía haber ido a su casa, en fin de cuentas ¿quién era yo para meterme en sus asuntos? ella me pregunto: -¿quien eres?.

le respondí; -¿o no me recuerdas? soy tu sobrino Cristian (había recordado al primo de mi amiga, ese que llevaba tanto tiempo sin ver) me he independizado de mis padres y me vine a vivir cerca, mamá me contó donde vives y quise pasar a visitarte. Ella me contestó: -sobrino querido te ves muy guapo, estas cambiado, adelgazaste varios quilos, estoy feliz de verte, pasa por favor. su marido estaba en el trabajo, tenía una casa violeta como de gente de clase media.
Creo que nunca en mi vida me había sentido más incomodo como aquella vez, una mentira acompañada de otras miles, tuve que quedarme toda una tarde con esa mujer, pero debo reconocer que desde ese día comenzó a agradarme, quede en verme otra vez el siguiente fin de semana. Eso si, mi mejor amiga no estaba enterada de lo que estaba pasando.
Luego paso como un mes y yo seguía visitando a Mariana.

Un domingo al atardecer, en nuestras manos un café acompañado de una charla profunda, creo que en serio esa señora me estaba tomando un gran aprecio, como yo a ella, en esta conversación ella me habló de su pasado, me contó que había sido muy duro, cuando tenía 14 años, su padre abusaba sexualmente de ella y su madre estaba al tanto, pero prefería ignorar la situación, la peor parte de esto es que Lucia es hija de su abuelo.

Cuando sus padres se enteraron de que ella estaba embarazada, decidieron echarla de su casa. Creo que fue un favor en parte, porque estuvo alejada del padre, pero la vida para una chica de 14 años no es para nada fácil, buscó trabajo por todos lados, nadie tomaría a alguien de su edad, ninguno en su familia y allegados quiso darle hospedaje o algún tipo de ayuda, por ello se vio obligada a trabajar de prostituta, lo que la llevó a ser una drogadicta, antes de estar con cada hombre, tomaba cocaína, esto le hacía tomar coraje para poder terminar con su trabajo para con los hombres, por la única razón que no se suicido fue porque tenia a su hija Lucia, yo amo a mi niñita, me dijo. La verdad que me sorprendió tanto, le dije: -¿cómo esta mi prima? y ¿por qué nunca esta aquí? ella responde: -como ya te dije yo amo a mi hija, pero ¿qué puede ofrecerle a mi hija, alguien como yo? soy una ex prostituta que vive de malos recuerdos, casada con alguien que no confío, tampoco quiero. le respondí: -eres su madre, ella estará triste de no verte casi nunca, estoy seguro de que te aceptará tal cual eres. ella me dijo: -prefiero dejar todo como está, sinceramente le hago un favor al alejarme de ella. NO QUIERO DE NINGUNA MANERA que cargue conmigo, una drogadicta, depresiva. yo le dije: -si eres con ella como te comportas conmigo, te aceptará como lo hice yo. Me marche de su casa un tanto enojado porque esa charla me convenció de que nunca se iba acercar a Lu.

Unos días después, por la noche estábamos con mi mejor amiga, le suena el teléfono y la noté preocupada, triste, le pregunte; -¿qué está pasando Lu? (entre llantos y gritando) me responde: – mamá, mi mamá no… la abracé fuertemente, se me pusieron los ojos lagrimosos y no aguante mis ganas de llorar, habían entrado a la casa de mi nueva amiga Mariana, por lo visto ella debía mucho dinero a alguien que le vendía droga, la asesinaron, esto no fue todo también mataron al marido, iban a acabar con cualquiera que este en esa casa.

Todo esto que estaba viviendo me puso triste y la vez, me llevó a esta conclusión: que Mariana se haya alejado de su hija fue lo mejor, cuanta razón tenía al decir que le hacía un favor.

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