PRESAGIO EN LOS ALPES
Asumían mi histrionismo como un llamado de atención o un clamor de ayuda. No tenía conductas depresivas, no era silente por el contrario; siempre dejaba huellas cada vez que pasaba por mi mente un pensamiento suicida. Sufría de delirios eso sí, pero mi carga emocional se disimulaba cada vez que portaba con orgullo mi uniforme...