MÁS ALLÁ
Sentada en el escritorio, las teclas se sacuden indistintamente desde mi mirada arremolinada delante de la pantalla. Los dedos caminan entre distintos caracteres haciendo de mis actitudes una caja de Pandora a punto de ser descubierta. Rasco mi sien para no distraerme de la dinámica abrasadora de lo que debo dejar registrado antes de terminar...