El Apostol y la lluvia
El frio húmedo calaba los huesos cuando nos detuvimos frente a la entrada principal del Hostal de Los Reyes Católicos a finales de noviembre de 1984. Habíamos conducido un coche francés desde Sevilla y llegamos por la noche cansados con ganas de dormir. Dos mucamas vestidas de negro con delantal, cofia y puños de encaje...