28 de febrero
A veces cuento las banderas españolas en los balcones. Veo que algunas empiezan ya a palidecer. El rojo y el amarillo, puestos al sol, tienden a igualarse. El resultado es un color carne que recuerda esa ropa interior femenina que ven, sobre todo, los maridos. Allá arriba veo también una bandera a la que se...