Cinco euros
Amanece sobre el chapitel azul y blanco de la iglesia de San Miguel, donde unas gotas de rocío resbalan hacia el frío metal de mi punta de flecha. Pegada a mí, soldada a una roída varilla, una ballena; dicen que para gobernar mi rumbo. Yo jamás la vi. Como sea, juntas coronamos el cielo de...