Ese pueblo
Aquella madrugada fría salió en automóvil sin despedirse de Patricia, con quien había comenzado un noviazgo monótono hacía tres meses. Nunca pensó en absoluto que su cuerpo inerte sería lo único que regresaría a «ese pueblo» como solía decir, tampoco hubiese imaginado que los cuarenta y cuatro mil pesos que había ganado haciendo horas extras...