Prefacio
Antes de nada, perdóneme, querido lector, y si es de esa gente a la que le gusta alojarse en resorts de los que sólo sale en excursiones organizadas para seguir pensando que todos los mejicanos llevan sombrero, por favor, abandone la lectura. Puede que las revelaciones que estoy a punto de hacerle cambien radicalmente la...