Me desprendo de tu vientre
Una cálida tarde, estaba el mono poeta escribiendo unas de sus tantas genialidades; en ese instante llegó el monito, su hijo, con varias preguntas a cuestas. Inmediatamente, el mono cerró su notebook y comenzó a charlar con su primogénito. —Papi, quiero participar en un concurso literario. Necesito que me ayudes. —Sí claro, puedo corregirte si...