Un nuevo amanecer
La oscuridad de la noche me lo susurraba, las estrellas me invitaban a hacerlo, la cama me destapaba para que me levantase y mi corazón se aceleraba para que me despertara. Entonces me dije a mí mismo «es hora de marchar». Me dispuse a vestirme, con sólo un café y una caja de chicles encima,...