Tres tiempos
Le decían el chef de la maleta. No de cuchillos de cocina, sino de libretas, plumas y secretos. La pasión con que decía las cosas era única; quizás por eso se volvió imprescindible para muchos. Quizás haya un lugar reservado a los que viajan mirando con los ojos de otros, o en los oídos de...