PROSOPOGRAFÍA DE UN POBRETÓN MANCHEGO
Un glorioso y aciago día, Gregorio (de pila), siendo aún “el tío Chulo” (porque sí), decidió llamarse “Rompetechos”, tal vez por la pulsión a intentar in extremis un reajuste adaptativo de su autobiografía, sacudida ya sin tregua, cual cabrahígo solitario, por la fuerza ‘encafilada’ de varios huracanes disjuntos de su deterioro senil… Antes,...