III Concurso de relatos sobre pobreza y exclusión social EAPN Relatos sobre la pobreza

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III Concurso de relatos sobre pobreza y exclusión social EAPN

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III CONCURSO DE RELATOS  SOBRE LA POBREZA Y EXCLUSIÓN SOCIAL

Organiza EAPN con la colaboración de Club de Escritura, Talleres de Escritura Fuentetaja y Hélice Viajes 

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El tipo de la gorra 

Luisa Gil

19/07/2015

Una mañana me desperté y pensé que lo mejor que podía hacer era ir a comprar el periódico. Quizá encontraría algo que cambiara mi tediosa vida. En mi casa se daban múltiples usos al periódico: una vez leídos los sucesos, mi padre lo soltaba y comenzaba la pelea entre mis hermanos para conseguir los pasatiempos...

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100

258

LE ( te) DARÍA LA GALLETA QUE ME SOBRA 

                LE (te) DARÍA LA GALLETA QUE ME SOBRA ¿Y si luego me apetece a mí?, ¿Y si la tira?… ¡encima! Bueno, cuando salga del supermercado, si aún sigue aquí en la puerta… pues… ya veré… ¡Mierda!, no he traído la tarjeta, y en el bolso solo llevo 50 euros. ¡Siempre me pasa igual! En...

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87

226

PROSOPOGRAFÍA DE UN POBRETÓN MANCHEGO 

Un glorioso y aciago día, Gregorio (de pila), siendo aún “el tío Chulo” (porque sí), decidió llamarse “Rompetechos”, tal vez por la pulsión a intentar in extremis un reajuste adaptativo de su autobiografía, sacudida ya sin tregua, cual cabrahígo solitario, por la fuerza ‘encafilada’ de varios huracanes disjuntos de su deterioro senil…     Antes,...

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Dos mamás 

Miguel Santolaya

01/09/2015

En el colegio dicen que tenemos dos mamás: la nuestra, la de cada uno, y la Virgen María, que es la madre de todos. Yo siempre levanto la mano y le cuento a la profe que entonces yo tengo tres, porque mis padres no son mis padres de verdad y una vez al mes me...

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98

379

LAS ACERAS DE MI CALLE 

Digamos soy «una afortunada». Vivo en una calle ancha, sus aceras adornadas por un lado con hermosos árboles de hojas pequeñas y verdes, de donde cuelgan unas florecillas malvas y, entre medio múltiples bancos de madera. Durante la estación invernal, cuando los débiles rayos del sol se filtran por entre sus finas ramas, sirven para...

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87

388

De noche 

Papá, ¿tú no tienes frío? decía cada noche Clara, toda ojos, atisbando en la oscuridad. Él la abrazaba hasta que se quedaba dormida y nunca le confesaba que sí tenía frío. A pesar de que la humedad del suelo se le colaba en los huesos a través de los cartones. Le daba calor con su...

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92

246

Luki 

Luki es un joven nigeriano que se pasa el día a la puerta de un supermercado de mi barrio. Ayuda a los clientes a llevar las bolsas a sus vehículos tras realizar la compra a cambio de unas monedas. Escribiré el relato de su vida y su viaje hasta llegar aquí

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1460

La primera ONG 

Después del tiempo sin tiempo solo pasaron unas décadas, y del predio se paso a la gran superficie comercial…, y del siervo al empleado obediente, al que se le obligaba a vestir de verde y a encorvarse reverencialmente ante los señores que habían jurado proteger los barracones verdes de las amenazas de otros reinos mercantiles cercanos....

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210

Wonderland- La tierra maravillosa de los sueños. 

S G M

15/06/2015

El ardiente sol de mediodía baña las enormes montañas de basura y sus afilados rayos caen como de una regadera, rebotan en las botellas de vidrio y los recipientes de refresco. El denso aíre transporta una serpiente de calor con una piel de notas al ritmo del cascabeleo zumbón de las moscas. Las bolsitas de...

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90

805

mientras no te entierre 

Son cuarto para las diez de la mañana, y Evangelina Ahuatzin se pone una camiseta color de luto, que en la espalda lleva una leyenda en letras blancas: “Hijo mientras no te entierre te seguiré buscando”, y cuando al pasar se ve en el espejo, desvía la mirada, porque ya no le gusta contemplar su...

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116

320

La llama que abrasó el mundo 

El portal se encontraba siempre abarrotado de gente, un trajín de personas no paraba de cruzar sus monumentales puertas de acero. Hasta las once de la noche. A esa hora el silencio reinaba en el antiguo barrio donde han vivido antiguas familias de la nobleza española desde tiempos inmemoriales. Solo se oía el leve chirrido...

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243

¡Cógeme fuerte, amor! 

La última aeronave despegó ya hace varios días. Ernesto y Amelia pudieron ver el acontecimiento desde las colinas cercanas de la sierra. El desconsuelo de ambos era atroz, pero el de Amelia resultaba especialmente lacerante para Ernesto, no había manera de encontrarle un ápice de consuelo. Llevaban semanas preparándose para la despedida y aun así...

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