La llama que abrasó el mundo
El portal se encontraba siempre abarrotado de gente, un trajín de personas no paraba de cruzar sus monumentales puertas de acero. Hasta las once de la noche. A esa hora el silencio reinaba en el antiguo barrio donde han vivido antiguas familias de la nobleza española desde tiempos inmemoriales. Solo se oía el leve chirrido...