El peso de la eternidad
Querida hija, Ésta es la primera postal, de las trece que recibirás de mi parte, ahora que ya he muerto. Tu hermana también recibirá las suyas. Lo he dejado todo preparado. No para que estéis tristes, si no para hablaros de todo aquello para lo que no hubo tiempo. Lo importante. Quiero creer que, donde...