Sur
Vivo en un barrio de paredes de colores invadido por los perros. Perros negros y marrones. Y con gatos peleadores y pulgosos recluidos y saltando entre terrazas y balcones. Yo creía que él temblaba con el ritmo del tumulto, de los pies, del instrumento solamente los fines de semana. De repente se nos hizo primavera...