Visitando a la bruja
Mérida, 1980 Me parecía una ciudad tranquila, por eso decidí quedarme unas semanas, tal vez vivir el resto de mis años. Eso lo sabes bien, aunque déjame decirte: creo me he equivocado. Recibí tu carta apenas ayer por la mañana y disculpa si a penas hoy te escribo, he estado pensando en tantas cosas. Cuando...