Una y Otra
Una vivía en el campo; la tierra le había ofrecido generosamente un lugar donde habitar: propio, especial, privado, seguro. Su hogar venía delimitado por grandes vallas y cada día recorría sus reducidas lindes con el mismo pensamiento: “hasta aquí, yo”. En muy contadas ocasiones recibía alguna visita del exterior; esos días dedicaba un buen rato...