La fábula del perro, la tortuga y la mosca
Al parecer a Jack lo habían abandonado hacía mucho tiempo, y ahora pasaba sus días durmiendo bajo las raíces de una enorme secuoya. Allí caían frutos sobre la hierba que hacía las veces de colchón y un arroyo de agua transparente descendía a trompicones entre los cantos rodados y el barro. Todo eso era cuanto...