Última estación. Final de trayecto.
Aquí exactamente concluye este disparatado viaje que ha alimentado mis tantas noches de insomnio en techos sin estrellas. He recorrido tantos caminos que hasta mi sombra se perdió en un cruce de ellos y por casualidades del destino, todavía no he vuelto a coincidir con ella. A veces las prisas no son buenas ni con...