Quisiera estar ahí siempre: Lluvia de estrellas.
Era una noche fría, llena de neblina, particularmente ese día había estado así, triste; de pronto, una suave brisa rozó mi cara, haciéndome estremecer, abrí los ojos y me encontraba en un lugar precioso, no sabía exactamente qué pasaba. El viento soplaba fuerte, había árboles enormes que daban sombra, la cual le brindaba calidez al...