Allá lejos
Para cuando el avión alcanzó la horizontalidad en el cielo, dejando atrás la omnívora e ingrávida ascensión del despegue, yo ya estaba dormitando, desenchufado de su bullicioso interior repleto de turistas que compartían dislocadas expectativas sobre el viaje y de azafatas cuyas sonrisas profesionales eran contradichas por ceños ligeramente fruncidos. Nada sabía del país a...