En orden
Daniel giró la llave y abrió la puerta del piso con una única vuelta, lo que probaba que ella había pasado por casa. -¿Ali? ¿Estás aquí, Alicia? Silencio. Su pulso se normalizaba. Llegó hasta el dormitorio y comenzó a desvestirse. Abrió el armario y, durante unos segundos, se quedó inmóvil mirando el interior. Había desaparecido...