Vidas que contar
La mujer estaba distraída. Miraba a través de la ventana, miraba sin ver. Le guastaba viajar en tren. Siempre le había fascinado el tránsito de los pasajeros yendo y viniendo por la estación. Le gustaba imaginar vidas ajenas. Imaginaba una historia de amor cuando veía una pareja besándose en una eterna despedida. Cuando una señora abrazaba efusivamente a un joven...