Un sábado hace tiempo

Un sábado hace tiempo

Walter w

01/01/2016

Un sábado hace tiempo 

La tarde del viernes mama nos baño temprano para que la mañana del sabado pudiéramos ir al visitar al mi abuela. 

Ese día saldremos como golondrinas hacia aventuras que llenan el corazón. 

El camino está grabado en nuestra mente y los olores y pasajes están en nuestras memorias .

Ibámos y veíamos hacia los brazoz de  mamá, como las abejas al panal. 

Era una alegoría de sentimientos maravillosos que solo la infancia puede regalar.

El camino comenzaba allí en nuestra alma, y en es pequeño jardín del abuelo Ramón donde aprendimos todo lo que se aprende de la buena gente.

Tantas sonrisas llantos gritos abrazos besos… todo eso nos brindaba el jardín del abuelo Ramón. 

Para nosotros era y será Ramón, nadie jamás le dijo abuelo aunque estoy seguro que se merecía cada letra de la palabra abuelo.  

En fin nos dirigíamos el sábado a la mañana a la  casa de la abuela Julia para mi la Abu, un diminutivo que solo al mi quedaba bien decirlo y lo digo así porque era el mayor de sus nietos, bueno en realidad el mayor de sus nietos de la hija menor, habían otros tantos que por motivos de tiempo y espacio no detallaré aquí. 

Mamá tenia otros hermanos pero eramos solo nosotros 3 los hijos de la hija menor los que por motivos sentimentales veíamos a la abuela, en mi caso la Abu.

Un sábado cualquiera con un sol cualquiera como gente cualquiera caminábamos por la eterna calle que nos separaba de la ciudad llamada Cerro ja ja ja «ciudad» en realidad es la parte antigua del cerro de Montevideo que separa por decirlo así de la zona Sub urbana que es donde estábamos nosotros.

Parecía una enorme distancia si! algo insoslayable si me tuviera que ir solo, como cruzar un desierto como quedar varado en una isla alejada de todo sin más que tú y tu sombra, pero no.! no era tan lejano solo parecía por mi corta edad y lo insignificante del ser humano. 

En el camino uno comenzaba a ver cosas que ya  le eran familiar al contar con tantos viajes a aquel país maravilloso de la infancia.

Algo poco común nos sorprendía hasta el hartazgo y así se lo hacíamos ver a mamá con miles de preguntas que aveces no llegaba a responder.

Bueno por lo general las preguntas que hace un niño jamás tienen respuesta al menos no la que el espera.

En fin cada paso en este viaje nos llena de desafíos como el mirar hacia atrás para ver a mama y verla caminar con esa transparente sonrisa aun teniendo el mundo en sus espaldas, ella sigue de la mano de mi hermana menor que casi a  los tumbos a su lado con esa solera tipo escocesa con el gran broche dorado que se acostumbra usar para esas prendas, ella si es un regalo del cielo con sus rizos de oro que saltan en su cabeza y esos cachetes llenos de vida que contagian hasta el día hoy.

Mi hermana y yo siempre presurosos  saltamos sin dar descanso a nada, las calles vacías sin gente eran un regalo a comparación de estos días de hoy que te tropiezas hasta contigo mismo. 

Las calles del ayer rebosaba de bondad y frescura que alimentaban el espíritu en todo momento, las calles vacías estaban llenas de amigos de buena calidad de esos que si los consigues hoy debes meterlo en el banco para que den más y más je je . 

No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor, pero mejor que este por supuesto que si lo fue.

En el camino uno se encontraba no sólo con gente conocida sino también con momentos únicos como el poder subir a un muro trepar un árbol correr con championes nuevos que eran super rápidos y poco mas te sacaban de la órbita de la tierra, tenias que ver para atrás no fuera que perdieras a tu mamá a tales velocidades.  

llegar a varias cuadras veías ya terrenos desconocidos lugares casi místicos que estaban en las conversaciones de los adultos, historias asombrosas sacadas de quien sabe que lugar y eso a solo a unas cuatro o cinco cuadras de casa .

momentos de cruzar por enormes terrenos donde acampada la gente apartados de toda civilización en busca de su futuro y grandes complejos habitacionales que para nuestros ojos e imaginación vivían millones de personas.

mamá en un clemente llamado de atención nos reunía entorno a ella para así decirnos de su escuela el lugar donde tanto aprendió lugar que había sido cambiado para dar lugar a un edición aun mayor, la escuela del.molino dijo con voz calmada.

¿porque la escuela del.molino pregunte? Porque antiguamente había allí u  molino que luego dejo de funcionar y al cambiar la escuela de sitio le quedo ese nombre. 

Las respuestas eran tan simples y tan claras que hoy uno las busca dentro de sí como si de una fuente inagotable de sabiduría se tratara y  o dudo que fuera así. 

Llegamos a la avenida principal que se unía a nuestro camino que era la vía de salida de esta avenida pero era un camino aunque tenía tanta importancia como la avenida.

Al cruzar llegabas a otro mundo casas distintas con gentes distintas con jardines y flores distintas y como decía yo! si es lo mismo, pero no es lo mismo.Si es el casco viejo del cerro, donde abundaban inmigrantes e hijos de inmigrantes que pensaban en su mayoría diferente que los demás.

Las calles de cemento y veredas iluminadas por ese sol increíble de Montevideo mi ciudad .

El mundo el barrio.

Los pasos se agigantan hacia ese destino que comenzó ya hace muchas cuadras y que como conquistadores queremos hallar el destino fabuloso del cariño desmedido el cual hoy podemos agradecer a mamá por permitirnos en su eterno peregrinar descubrir y compartir tanto amor.

Hoy en el recuerdo las horas esas, laten dentro de mí como mi corazón. 

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