Eulalio Sifuentes
Se sentía aturdido, no entendía las palabras del hombre que le gritaba. ¿Quiénes eran ellos? ¿Qué lugar era aquél? La calle le parecía desconocida. La muchedumbre furiosa. Él en medio de todos sentía el cuerpo averiado. No podía distinguir si le dolía más el pecho, la cabeza o las piernas. Pero recordaba su propio nombre:...