EL AMARGO DULZOR DE LOS POBRES
Mi madre iba a servir a una casa que estaba al otro lado del río Duero en la villa de Aranda. La casa orientada al norte, recogía tarde los primeros rayos del sol. Desde el río subía un vaho de neblina que se entretejía en las rejas del puente. Por el este, el sol enviaba...