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Tchuck, tchuck, tchuck. Tchucktchuck, tchuck. Enviar. Cayetana Consuelo del Mar era esclava de un fenómeno sobrenatural que la llevó justo al borde del precipicio en múltiples ocasiones. La última fue en un apagón… Abría los ojos y sentía sus manos despertarse mientras sigilosamente emprendían, cada una, con vida propia, un viaje que le provocaba un...