Recuerdo…
Recuerdo ese día cuando miraba por mi ventana: a lo lejos te veía venir, mientras te comparaba con la fruta que había en mi frutero, tu pelo, de un color amarillo intenso como el brillo de los limones; tu cara, se podía comparar con la textura de las manzanas, con ese color rosado, saludable y lleno de vitalidad; tus ojos,...