SOY UN CENIZO (Y NO PUEDO EVITARLO)
Mi ex-cuñado era conjuntero . Él, la primera noche de muchas de aquel verano en que, después de cenar, le acompañamos en su costumbre, adquirida a causa de su profesión, de trasnochar, me dio la pista para entender cómo nació la Filosofía. Alrededor de un vaso de güisqui -sólo bebía él-, debatíamos sobre trascendentales temas...