III
Celebro sentidamente tus ritmos de agravio. Cada paso que te llevaron a negarme. También celebro todas las veces que tus ojos robaron mis incógnitas. Aún hoy sigo celebrando tus verdades de parca. Un largo camino se yergue panorámicamente en mi mente. Colmado de nocturnidad. De podredumbre natural, consciente. Celebro nítidamente los besos que me robaste,...