Mandarinas verdes
El hombre llego contento al vivero. Estaciono su bicicleta y se dirigió a la encargada. – Buen día, busco un árbol de mandarinas. – Buen día. ¿Y dónde lo vas a plantar? Le preguntó ella caminando hacia acá. – En la puerta de mi casa. Dijo él. – ¡Qué buena idea! Agregó la señora mientras...