LLEGANDO A LOS 50.
Alejandra subió las escaleras muy despacio con la ropa sucia entre los brazos cansados. Abrió la puerta de la azotea y un sol radiante la deslumbró. El día va a ser caluroso, pensó. Metió la ropa en la lavadora, cogió las sábanas limpias para cambiar las camas y a punto estaba de bajar cuando de...