Lucha por vivir.
Nadie espera que la fría mano de la tragedia llame a las puertas de tu hogar, sin embargo es algo que no se puede evitar. Mis abuelos eran dos humildes habitantes de un pueblo de Guadalajara, no tenían mucho, pero lo suficiente para llevar una vida sencilla y alegre. En aquel entonces ya tenían dos...