Imaginando a Cortázar
Esta tarde, plomizo domingo, entre las páginas ajadas de tu Bestiario, hallé esta vieja joya. No recuerdo quién disparó esta fotografía ni el día en que se alinearon los planetas y alguien nos perpetuó en este retrato familiar. Como puedes comprobar, solo tenía ojos para ti, Cocó, mientras que todos sonreís, tal vez para inmortalizar...