Un cocktail para Errol Flynn
Miras tus pies, sumergidos en el agua, y tus manos, aguantando tu peso sobre las rocas. Sientes el agua de mar refrescando tu piel infantil, el sol calentando tu pecho y la brisa meciendo tus cabellos. Tus ojos pasan de escudriñar tu piel, tan blanca, y el fondo del mar, donde viven los erizos negros...