club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
158participaciones
I Concurso de relatos sobre pobreza y exclusión social EAPN 22/09/2013: El concurso ha finalizado su fase de votaciones y deliberaciones. El fallo aquí
1º premio: ‘El cielo de Madrid’ Roger Calabuig
PREMIO Fuentetaja. Una beca para un taller de escritura intensivo online de Talleres de escritura Fuentetaja y publicación del relato.
2º premio: ‘La Ventilla’ Emma Cotro
PREMIO Premio Hélice Viajes.- Un fin de semana en un Hotel Rural (sábado a domingo) y publicación del relato.
“LA CIUDAD DE LOS OLVIDADOS” Hoy es mi décimo-quinto cumpleaños. Todo mi mundo se desmorona. En la ciudad de los “perfectos” a las niñas de quince años se les celebra una fiesta por todo lo alto; llevando un vestido blanco para la celebración. En mi ciudad, “la ciudad de los olvidados”, se celebra que la...
Vengo recorriendo caminos, a pie descalzo y cansao, la luna es mi fiel testigo y el sol que nos ha alumbrao, tantas mañanas y noches que la cuenta se ha olvidao. Una sociedad corrupta un país mal gobernao, politiqueros ladrones, que al estado han desangrao, quien ejerce liderazgo esta mal encaminao. El pensamiento de Gaitán...
Queridos Reyes Magos: El pasado Año no tuve vuestra contestación a una carta escrita por estas mismas fechas. Quiero pensar que es un problema del correo, que no ha sido capaz de dar con ese palacio lejano en el que habitáis. Seré breve. Como me considero una persona madura a pesar de mi juventud, no pido...
José vivía en un pequeño pueblo entre montañas. A pesar de su corta edad, apenas contaba siete años, recorría las calles y carreteras de los alrededores en busca de algo que echarse a la boca. Tercer hijo de una familia numerosa, era el único varón, y por consiguiente el beneficiario de los golpes y palizas...
De viaje, por la vía más fresca, hermosa y rica de mi país, rica en verde, en frescura, en un olor inconfundible, especial, un olor que trae recuerdos, que inspira, relaja y emociona, es el olor de la naturaleza; esa vista, ese olor, esas casas y esos niños alrededor trajeron a mi mente las vivencias...
Miro el reloj, las seis, suspiro profundamente y me dirijo a la ventana. Desde allí espío a los niños que juegan alegremente en la calle, mis amigos. Algunos niños chutan la pelota entre mordisco y mordisco de sus bocadillos, conozco sus gustos, bueno, más bien, las costumbres de sus madres: manteca, mortadela, fiambre…. Siento que...
I Están siendo momentos muy duros, tiempos en que pasan los días y llegan las noches demasiado deprisa. Las noches eternas, los días tristes, anodinos, vulgares y sin quehaceres. Sólo se espera ver el mañana y poder decir:...
Mí nombre es Julia y desde muy niña mí vida había sido tranquila y feliz. Mi infancia se había desarrollado con total normalidad, establecida en una familia de clase trabajadora, mí educación se desarrollo entre religiosas, como casi toda la sociedad en el Madrid de los 60. Por el contrario a otras personas con las...
Apenas el sol se debaja ver por la pequeña rendija de la balconada. Algo que hacía atisbar que un nuevo día había amanecido. Tan claro y evidente como la propia realidad que instantes después se iba a encontrar en esa pequeña habitación. Afuera no se percibía aún el ruído de esa gran mole de hormigón...
La luz recorre lentamente la estancia, situada en el piso dieciocho. Sus haces, desplegados en abanico, producen murmullos de desagrado. Que si con la iluminación indirecta de esta sala es suficiente; que si este tipo de encuentros son desconocidos por la opinión pública, que si el anonimato es nuestra razón de ser… La luz abandona...
A las dos de la madrugada del 13 de marzo de 1973, martes para más detalles, el llanto de una niña arrancaba con fuerza en la habitación de un prostíbulo. Aquí comienza la historia de una mujer a la que pocos días después bautizarían con el nombre de Esperanza. Mis primeros pasos sirvieron para salir...
Hoy es martes; para ti el día que empieza con M de matar y acaba por S de sangre, para el resto simplemente el día que sigue al lunes. Aun hoy, sentado en tu celda, te sigues recreando con aquella escena macabra que te sepultó cuando tan solo tenías dieciséis años. Aquel martes lo tenías...
