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I Concurso de Relato Breve «El dios Tecnología» 
Concurso finalizado. El resultado final del concurso y la asignación de los premios se ha determinado el día 30 de marzo de 2013. Puedes acceder aquí al contenido del fallo y el reparto de premios. Paralelamente hemos realizado una valoración de esta primera experiencia de concurso abierto y participativo que ha resultado un rotundo éxito: casi 600 originales a concurso, más de 15.000 votaciones contabilizadas, y lo que a nuestro juicio supone el mayor logro: más de 124.000 lecturas de los relatos a concurso y numerosos comentarios cruzados. Las luces y también las sombras de esta convocatoria se incluyen en este documento de valoración que incluimos aquí.
Despertaba yo abrasando mi libro sin saber a que horas caia como muerto a mi cama, pasaba horas leyendo frente a mi computadora, solo buscando autores conocidos al que leia, miraba yo las multitudes de personas deseándose amor por la web y unos parecian locos publicando cuanto la amaba; yo con arrognacia me cuestionaba ¿como...
Se hacia de noche mientras una mente temerosa brillaba en la profunda constelacion de silenciosos y opacos cuerpos,con cada paso al frente se hacia mas y mas ultimo,porque se volvia un especimen unico,para el,a pesar de con la lentitud con la que se plasmaba,el estaba trazando el mas mistico futuro,tan radiante se declaraba que hasta...
Estimado Dios: Estimado Dios: Empecé a admirarle cuando la máquina de vapor entraba en la estación del pueblo para llevarme a Madrid entre carbonilla y vapor. Y cuando el coche de caballos que me recogía a la vuelta se transformó en un Seat 600 y cuando la maja y el almirez seconvirtieron en batidora y...
Se despertó sobresaltada del sueño: – Papá, ¿cómo puedo comunicarme con mamá? – Con el móvil. Dale el número, Ricardo La noche había dejado de estar silenciosa. Sonaba el teléfono insistiendo en que lo cogiera. No puede ser. Mamá murió hace 2 meses, los muertos no se comunican. Aún así, la mano temblorosa,...
Desde poco después de vuestro origen como especie, vuestra ignorancia ha propiciado la existencia de diferentes dioses, cuando no comprendíais la lluvia, atribuímos la lluvia al Dios de la Lluvia, si no podíais explicar la Fertilidad de la tierra, inventábamos a la Diosa de la Fertilidad de la Tierra, si las razones de un terremoto...
Al nacer, ni siquiera tenía nombre. No era nadie. Le llamaron Zutano. Vivió en el seno de una humilde familia, pero de gran corazón. El hogar lo componían, un matrimonio y tres hijos. Zutano era el mayor de los hermanos. Transcurrieron los años y cuando Zutano cumplió los veinte años, se dispuso a ayudar a...
Mientras Carlos se preparaba para ir a la oficina, ella miró el reloj tantas veces en ese corto lapso, que llamó la atención de su marido. Claudia nerviosa, impaciente, como si quisiera que pasara el tiempo rápidamente. Lo seguía del baño al dormitorio y del dormitorio al baño, mientras le iba alcanzando todo lo que...
El sueño de la vejez Sin darme cuenta había caído en el club de los que andan como perdidos buscando algo. Entre ellos yo me hallé errando, decrépito, desinflado, en fin me siento derrotado, vencido y deprimido. Y en mi reino interno invoco y me siento como las antiguas ruinas arqueológicas del pasado con murallas...
Si hay algo que jamás entendería esa mujer es como podía estar viendo a su nieto que se encontraba en la otra parte del mundo en aquella pantalla. “ Yaya que bien te veo”… Le decía él…Y ella sonreía y le respondía: “ Pero que mayor estás ya”… Aunque hacia mucho que él...
No me mires mas con esa cara de estatua griega recién terminada. Yo soy mas maduro que tú para estas cosas. Siempre me haces lo mismo. No te parece poco moral robarme la mermelada de fresa que le ponen al yogurt por encima? Cuando te lo doy a probar es porque pienso que en una cucharada...
Quien me iba a decir a mi hace años cuando todavía saltábamos a la comba o jugamos al bote bote o un poco mas crecidita cuando empezaban esos primeros móviles que eran tan enormes que el bolso se quedaba torcido cuando lo metías en el o el único Wasap que teníamos eran los gritos de...
Después de un tiempo que nadie se molestó en calcular, regresaron a la superficie. Nada llegaba a ser como habían imaginado en el peor de sus sueños, olvidados entre mugre y cieno que supuraba las paredes del refugio y sus propias venas. El más pequeño ya había comenzado a hablar, vomitando sus primeros gritos de...
