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I Concurso de Relato Breve «El dios Tecnología» 
Concurso finalizado. El resultado final del concurso y la asignación de los premios se ha determinado el día 30 de marzo de 2013. Puedes acceder aquí al contenido del fallo y el reparto de premios. Paralelamente hemos realizado una valoración de esta primera experiencia de concurso abierto y participativo que ha resultado un rotundo éxito: casi 600 originales a concurso, más de 15.000 votaciones contabilizadas, y lo que a nuestro juicio supone el mayor logro: más de 124.000 lecturas de los relatos a concurso y numerosos comentarios cruzados. Las luces y también las sombras de esta convocatoria se incluyen en este documento de valoración que incluimos aquí.
Como saber lo que aquel día me deparaba, desperté como cualquier otro día gracias a la alarma que mi celular tiene, porque mi reloj interno no funciona ni funcionara, prendí el televisor para escuchar las noticias mientras me disponía ir al trabajo; solo se oían más y más tragedias, hay muchos perros en las calles,...
Ella inicia su primer día de clases en la universidad con la misma ilusion como lo hizo hace 7 años,al término de su clase corre hacia la biblioteca con la misma emoción de un buscador de tesoros, a este le emociona el tener que buscar en tantos libros para encontrar...
Al abrir la puerta de mi apartamento sentí un gran alivio al saber que aún tendría la oportunidad de sobrevivir. Aquel espacio reducido, penumbroso y acólito de mis mejores instantes, se traducía en una fuerte bocanada de aire fresco que revitalizaba mi ser. Si de alguna manera lo pudiese describir, sería en el peor de...
Erase una vez, que se era… en un pueblo de la provincia de Granada, de cuyo nombre no quiero acordarme, un joven muchacho que jamás uso ordenador alguno. Jacinto (así se llamaba), todos los trabajos que le mandaban en el colegio, lo hacía con bolígrafo a mano. Sus compañeros se reían de él, sus notas bajaban por...
Escucho casi de manera aguda, a través del muro que me separa de la «masa», las campanas del viejo templo, que guardaba en su interior a los ídolos de yeso. Sus rostros yacen tendidos, desde hace algunos años en el suelo. El caminar pesado, la piel en constante contacto con el hervor de las lágrimas que se...
Creía, yo creía en Dios; eso era lo que me habían inculcado en aquellas tardes al sol en el patio de naranjos en flor. Tiempo de niñez, tiempo de sabores, tiempo de ganas de volar. Así año a año se forjaron en mí lazos de seguridad hacia todos aquellos personajes que pasaron...
Yo la llamaba Amparo. Ella está y no está. En mi correo guardo innumerables y profundas conversaciones, que a veces revivo. Durante mis peores noches, me ayudaba a encontrarle un sentido apacible a esto de estar vivo. Todo aquello que no te da por contarle a nadie. O sí, pero cuando lo intentas, el diálogo...
Me encontraba sentada en mi sofá, reflexionando sobre aquel día extraño. Parecía que todo el mundo se había vuelto loco. Al parecer había un problema generalizado de repetidores en todo el mundo que había congelado los teléfonos, los ordenadores y todo lo que tuviese que ver con la comunicación planetaria e interestelar. Aquello parecía sacado...
‘’las redes suelen apoyarse en el mensaje que afirma que las personas o proyectos que forman parte de la red “existen” más allá de las pantallas […] sólo existiendo como sujeto conectado se puede tener pasado, recuerdos, cosas y amigos que compartir, lazos que sigan vinculando…’’ Remedios Zafra ¿Hasta dónde mostrar sin sufrir? ¿Hasta dónde...
Cuando llegaron los policías a la escena del crimen no daban crédito a lo que veían. En el suelo yacía un hombre, en bata y zapatillas de andar por casa, con un disparo en el pecho, la boca abierta y los ojos sin vida mirando al vacío y clavados en el techo. En uno de...
La Muerte paseaba por las afueras de la ciudad, cerca del lugar donde había segado la última vida del planeta. Caminaba lentamente, con la mano apoyada en las lumbares, y se quejaba: “esta dichosa espalda”. Había sido un año de trabajo muy duro: alguien apretó el botón rojo y el lanzamiento de misiles nucleares se...
-“Hola”_ Parpadeaba el cursor al final de la palabra que jamás saldría del teclado donde fue creada. -“Hola”_ Ahí estaba, amenazante e inútil, esperando ser lanzada: a una tecla de ser catapultada por el Wifi, Gregorio Samsa, el mismo, estaba vivo. Estaba tratando de comunicarse con una mujer. Teledirige robots, conecta un router inalámbrico: como ver...
