Cara de malo
Ella no quería bailar tango conmigo porque yo no ponía cara de malo. Yo le decía que –en principio- no me consideraba malo y que guapo nunca había sido. No me surcaba la mejilla una cicatriz tramontina…ni portaba en mi cabeza un funyi marrón para saludar a las papusas apretando el ala del sombrero… Como...