Flor de otoño
Mi hermana dormía plácidamente, yo, apenas daba vueltas en mi cama, serían las diez de la noche cuando Luisa me llamó, mi corazón al galope apenas pudo frenar al escuchar su voz, fue como escuchar las mirlas en los limoneros. – ¿Estás sola? te deseo, quiero estar contigo. Quedé sin palabras, con voz entrecortada le...