Un golpe seco
Un golpe seco cambió nuestra vida. Había vuelto hacía ya un rato del colegio y estaba en la cocina merendando. Mi padre acababa de llegar de la tienda y, como siempre, había entrado en el cuarto de baño para cambiarse y quitarse el olor que le había ido quedando de tanto abrir frascos de colonia...