Sarah Witthenhall ante el espejo
Tenía 7 años, pero su forma de ser decía que había vivido mucho más de lo que cabría esperar. Cada día abría sus impresionantes ojos de color azabache y se quedaba mirando aquella mancha del suelo de una forma casi obsesiva durante, al menos, diez minutos. Después, sin más, llenaba la palangana de agua y...