Perdí por dos
Llevaba años trabajando como monitor en un internado de jovencitos, que desde los rincones del altiplano vienen a aprender de ciencias y de la vida misma. Tenia una vida tranquila y feliz, pues allí también vivía «ella» mas conocida como Julia, encargada de lavandería, sin duda una mujer idónea desde que la conocí. Nos veíamos...