Los mon chéri del señor Pardiñas
Sabía que ese viejo me quería matar. Como cada domingo Pardiñas entró en el bar. Yo no lo vi ya que estaba tras la barra, arrodillada, limpiando una cámara frigorífica sin guantes. Me gustaba limpiar con las manos desnudas con lejía por su olor que te impregnaba durante horas, ese olor proletario, ese olor que...