TRIBESO
Nunca supieron que los estuve observando; ni siquiera me veían –pues esos ojos, tan tiernos, solo los tenían para ellos–. Y así es como trascurrió la historia de «nuestro» beso: Estaban casados, pero con otros, y lo que a los tres nos unía era el centro de trabajo. Ella me atraía y él, reconozco que...