UN BESO PERVERSO
Aún dolorida por la operación de pecho que no me permitía trabajar, realizada por consejo de Luis, mi marido, y para su disfrute, acudí esa mañana al gabinete de masajes que había dejado en sus manos. Me había comunicado que aprovecharía el día festivo para visitar a su madre. Aspiré con fruición el olor del...