El beso detenido…
Una habitación improvisada; sus objetos más queridos: Una pequeña Biblia, una fotografía de antaño, un pañuelo a rayas, sus gafas para leer y un florero de cristal con un clavel. Un largo mantel cubría la mesa de noche donde reposaban las medicinas habituales. La madrugada de aquel domingo anunciaba que todo sería distinto. Fátima se acercó a...