Diálogo
En mi cabeza me acercaba, volvía a desaparecer el mundo. No hablábamos. Sólo una mirada que lo explicaba todo. Ninguna duda. Me atreví a aproximarme pero los labios se movieron a la vez. Muy despacio, se juntaron como tanteando algo desconocido que se vuelve familiar en un segundo. Con los ojos cerrados volviendo a ver...