La historia, un beso.
Mis vecinos menos inteligentes tienen algo en común, aparte del mal rollo, me ha sorprendido algo peor, que son las personas más sensibles. Porque cuando alguien me habla mal o mejor dicho, seco, lo más probable es que le responda igual; y ahí viene el problema. Estábamos en la puerta del Moog, en esos días...