Amalia
Desde la cama, miré hacia el cielo y supe que iba a llover. Las nubes eran bajas y grises, como espíritus danzantes acechando desde la montaña. Supe que en poco tiempo se pondría a llover. La ropa se había quedado tendida la tarde anterior. Estaría ya húmeda del relente de la noche, no valía la...