Sin nada que perder
Nada me viene bien. Alguien dijo que el tiempo cura las heridas, pero ¿Qué pasa cuando no te queda más? Calenté agua para el mate. Le agregué una cucharita de miel. La cucharita se resbaló adentro del termo. Me reí por pensar que el termo se había atragantado con la cucharita. Yo era la que...